Para muchas de nosotras, conocer a sí misma y amarnos no es tarea fácil. Porqué será que nos cuesta tanto tener amor propio. Tanto ya ganamos socialmente hablando pero todavía nos falta reconocerme que somos merecedoras recibir amor y dar amor sin sacrificios y lágrimas.

1. Date pausa. Lo único que necesitamos es darnos pausas, tiempo para ver qué nos está pasando. Cuando me di cuenta que si no paraba me podría pasar algo fisicamente, me puse horarios para estar en silencio, en la escucha de mi cuerpo.
   El estrés de la sala de redacción, sumada a mi manera de percibir el trabajo periodístico me estaba haciendo muchi mal, ya tenía afectada mi columna, la cadera y camina mal, además de mi mente muy exhausta. Senti que era hora de parar, y prestar atención en mi cuerpo que estaba queriendo comunicarme con todas aquellas molestias que no me deja más dormir profundamente.
2. Tiempo de escucha . Horas de silencio me ayudaron a ver lo grandioso de mi cuerpo, y que podía escucharle, y que él responde y tiene capacidad de la autocuración.
   Me di cuenta que cuando olvido a mi cuerpo, no estoy en él, sali de mi espacio vital , y me de cuidarle, mimarle, amarle.
3. Conectate con tu cuerpo¿Te gustaria ir más adentro de tu cuerpo, conocerlo más? Yo me fui. Y otras, durante mis talleres, también experimentaron. Todas tuvimos respuestas a este desamor hacia sí mismas.
   Nos encontramos con experiencias hace rato almacenadas, que estresan, te desaniman, o que te llevar a una enfermedad. Nos ayudó a dejar de repetir historias familiares de dolor, conflictos, parejas equivocadas, a educar nuestros hijos y a relacionarnos mejor con nuestras familias.
4. Date cuenta de tus pensamientos y emociones. Somos nuevas en esa empresa del autoconocimiento. Antes creíamos que teníamos que ser monja, monje, ermitaño, abandonar familias. Sin embargo es mucho más simple pues el templo es tu cuerpo.
   Asi de sencillo y fácil: es darse cuenta de lo que estamos pensando, que cómo influyen estos pensamientos en nuestras emociones, y a su vez como nos afecta en el cuerpo físico.
5. Aprende a Escuchar a tu cuerpo. Mi experiencia en la escucha de mi cuerpo viene de hace años. Nació como una necesidad de hacer silencio frente al estrés diario laboral, como cuidar a mis niñas pequeñas, estar sin mi familia cerca, cosas por el estilo.
   Yo necesitaba de silencio del mundo de afuera. Percibi que mis pensamientos comandaba mis emociones, que a su vez comandaba a mi cuerpo.
   Descubrí la importancia de mi cuerpo físico, y que podía sanar mis dolores físicos cuando le hablaba y le escuchaba. A la vez me daba un gran alivio: mi mente se calmaba, las emociones también, y mi molestía física también.

Después de años de laboratorio conmigo misma, y de dar talleres especificamente a mujeres, escribí un libro Escucha a tu cuerpo, que trata de relatar cómo se da ese un viaje hacia la consciencia la consciencia del cuerpo. Aclaro que eso se hace sin drogas.

Es una experiencia maravillosa, es un gran viaje de amor hacia una misma.

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Te sentirás renovada, más segura para vivir de una manera fácil y amorosa.